Nicaragua
La Prensa de Nicaragua
redaccion@centroamerica21.com
Para el presidente Daniel Ortega, la observación electoral de parte de organismos nacionales e internacionales es innecesaria en Nicaragua, ya que considera que en el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA), responde a intereses de Estados Unidos, a la que también acusó de avalar el "fraude electoral" que se presentó en las elecciones nacionales de 1996, cuando perdió frente a Arnoldo Alemán.
"La actitud que tomaron en el año 1996 (los observadores OEA), cuando me dijeron que no me quedaba más que aceptar el fraude, lo que demuestra es que estamos frente a un organismo que se encuentra subordinado a los intereses de quien trata de defender a toda costa su hegemonía política y su control particularmente sobre estos países centroamericanos, lo que ellos han considerado el traspatio de los Estados Unidos de Norteamérica", precisó el mandatario.
Ortega, habló en la apertura de la XXII Conferencia de la Asociación de Organismos Electorales de Centroamérica y el Caribe, en la que participaban presidentes de tribunales electorales de nueve países cuyo tema inaugural paradójicamente era "Ética y Principios de la Observación Nacional e Internacional" .
Cero observadores
De acuerdo a Ortega, la observación electoral en los comicios municipales y futuros procesos que se desarrollen en el país debería limitarse a la presencia de los fiscales de los partidos políticos que participan en la contienda electoral, es decir, cero observadores.
"Esto nos obliga, por tanto, a fortalecer los mecanismos electorales aquí en nuestro país, a fortalecer la confianza de los nicaragüenses en sus instrumentos electorales, a lograr una mayor y mejor participación, capacitación de lo que son los fiscales de los diferentes partidos políticos cuando se trata de ir a un evento electoral, porque el fiscal es el que tiene la capacidad, el conocimiento, las habilidades, para defender el voto que los simpatizantes o militantes de su partido han depositado a favor de esa opción política", afirmó Ortega.
Sin embargo, el director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IDH), Roberto Cuéllar, rechazó los señalamientos del presidente Ortega contra las misiones de observación electoral de la OEA.
"Respeto la observación electoral de la OEA, y además acredito el valor de la observación de la OEA, yo creo que ha contribuido muchísimo la organización (en los procesos electorales)", manifestó Cuéllar.
Organismos internacionales responden al imperio
Las críticas no se centraron exclusivamente en la OEA, sino también contra los organismos de observación nacional, y aunque no los mencionó con nombres y apellidos, los señaló de haberse autodescalificado como observadores, porque según el Presidente, reciben financiamiento externo y también, dijo, se han plegado a la oposición.
"Estos organismos nacionales que se autodenominan de observación nacional, no han titubeado en marchar al lado de dirigentes políticos, de fuerzas políticas claramente identificadas en sus posiciones en contra del Gobierno; a nosotros no se nos ha ocurrido pedirles a ellos que marchen al lado del Gobierno", precisó Ortega.
Agregó que "tenemos entendido que un organismo de observación electoral debe ser imparcial, no puede comprometerse con fuerza política alguna, porque cuando toman partido y cuando se convierten en una fuerza política de oposición, al lado de otras fuerzas políticas de oposición, entonces ellos mismos se están descalificando como observadores".
Ortega reiteró que la observación electoral internacional, si el país o el Poder Electoral lo consideran pertinente, debe ser con organismos e instituciones que no se encuentren comprometidas con fuerzas políticas, ni estén subordinadas a las políticas de lo que denomina "el imperio", en alusión a Estados Unidos.
Rechazan postura de Ortega
Roberto Cuéllar, del IDH, expresó que la observación de los comicios municipales queda a criterio de los funcionarios nacionales, pero que la misma, a su juicio, es una figura, un esquema de observación de la institucionalidad electoral, la que en los últimos años ha sido en América Latina relevante y constructiva.
"Hay que observar el desarrollo de la democracia, hay que observar la primera jornada electoral de nuestros países que son fundamentalmente la cuna del entendimiento y de la credibilidad electoral, y si no hay nada que esconder hay que observarlo también", opinó Cuéllar.
Insistió en que la observación electoral nacional "es sin duda un ejercicio de derechos políticos propio de los nacionales y hay que hacerla".
Por su parte, el presidente del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA), Nicanor Moscoso, reiteró que la observación electoral es positiva y va a ayudar a los procesos electorales en cada uno de los países donde se realiza.
No obstante, Moscoso expresó que los organismos de observación deben ceñirse a las normas establecidas y, sobre todo, ser imparciales en su labor.
http://centroamerica21.com/edicion81/pages.php?Id=508
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Para el presidente Daniel Ortega, la observación electoral de parte de organismos nacionales e internacionales es innecesaria en Nicaragua, ya que considera que en el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA), responde a intereses de Estados Unidos, a la que también acusó de avalar el "fraude electoral" que se presentó en las elecciones nacionales de 1996, cuando perdió frente a Arnoldo Alemán.
"La actitud que tomaron en el año 1996 (los observadores OEA), cuando me dijeron que no me quedaba más que aceptar el fraude, lo que demuestra es que estamos frente a un organismo que se encuentra subordinado a los intereses de quien trata de defender a toda costa su hegemonía política y su control particularmente sobre estos países centroamericanos, lo que ellos han considerado el traspatio de los Estados Unidos de Norteamérica", precisó el mandatario.
Ortega, habló en la apertura de la XXII Conferencia de la Asociación de Organismos Electorales de Centroamérica y el Caribe, en la que participaban presidentes de tribunales electorales de nueve países cuyo tema inaugural paradójicamente era "Ética y Principios de la Observación Nacional e Internacional" .
Cero observadores
De acuerdo a Ortega, la observación electoral en los comicios municipales y futuros procesos que se desarrollen en el país debería limitarse a la presencia de los fiscales de los partidos políticos que participan en la contienda electoral, es decir, cero observadores.
"Esto nos obliga, por tanto, a fortalecer los mecanismos electorales aquí en nuestro país, a fortalecer la confianza de los nicaragüenses en sus instrumentos electorales, a lograr una mayor y mejor participación, capacitación de lo que son los fiscales de los diferentes partidos políticos cuando se trata de ir a un evento electoral, porque el fiscal es el que tiene la capacidad, el conocimiento, las habilidades, para defender el voto que los simpatizantes o militantes de su partido han depositado a favor de esa opción política", afirmó Ortega.
Sin embargo, el director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IDH), Roberto Cuéllar, rechazó los señalamientos del presidente Ortega contra las misiones de observación electoral de la OEA.
"Respeto la observación electoral de la OEA, y además acredito el valor de la observación de la OEA, yo creo que ha contribuido muchísimo la organización (en los procesos electorales)", manifestó Cuéllar.
Organismos internacionales responden al imperio
Las críticas no se centraron exclusivamente en la OEA, sino también contra los organismos de observación nacional, y aunque no los mencionó con nombres y apellidos, los señaló de haberse autodescalificado como observadores, porque según el Presidente, reciben financiamiento externo y también, dijo, se han plegado a la oposición.
"Estos organismos nacionales que se autodenominan de observación nacional, no han titubeado en marchar al lado de dirigentes políticos, de fuerzas políticas claramente identificadas en sus posiciones en contra del Gobierno; a nosotros no se nos ha ocurrido pedirles a ellos que marchen al lado del Gobierno", precisó Ortega.
Agregó que "tenemos entendido que un organismo de observación electoral debe ser imparcial, no puede comprometerse con fuerza política alguna, porque cuando toman partido y cuando se convierten en una fuerza política de oposición, al lado de otras fuerzas políticas de oposición, entonces ellos mismos se están descalificando como observadores".
Ortega reiteró que la observación electoral internacional, si el país o el Poder Electoral lo consideran pertinente, debe ser con organismos e instituciones que no se encuentren comprometidas con fuerzas políticas, ni estén subordinadas a las políticas de lo que denomina "el imperio", en alusión a Estados Unidos.
Rechazan postura de Ortega
Roberto Cuéllar, del IDH, expresó que la observación de los comicios municipales queda a criterio de los funcionarios nacionales, pero que la misma, a su juicio, es una figura, un esquema de observación de la institucionalidad electoral, la que en los últimos años ha sido en América Latina relevante y constructiva.
"Hay que observar el desarrollo de la democracia, hay que observar la primera jornada electoral de nuestros países que son fundamentalmente la cuna del entendimiento y de la credibilidad electoral, y si no hay nada que esconder hay que observarlo también", opinó Cuéllar.
Insistió en que la observación electoral nacional "es sin duda un ejercicio de derechos políticos propio de los nacionales y hay que hacerla".
Por su parte, el presidente del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA), Nicanor Moscoso, reiteró que la observación electoral es positiva y va a ayudar a los procesos electorales en cada uno de los países donde se realiza.
No obstante, Moscoso expresó que los organismos de observación deben ceñirse a las normas establecidas y, sobre todo, ser imparciales en su labor.
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