LiberPress- Periódico Las Patria - Oruro, Bolivia , Septiembre de 2008 - Lo que sucede actualmente en Bolivia, no es producto de una situación de crisis política coyuntural; es, el resultado de todo un plan orquestado por el coronel Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, para establecer su “liderazgo” en la región como heredero de Fidel Castro que en este instante está al borde de la muerte. Los millonarios “obsequios” al gobierno boliviano, mientras el pueblo venezolano se debate entre el hambre y la miseria, encierran oscuros propósitos subalternos y personales del mandatario de ese país.Al referirse a las tibias declaraciones del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, ante la evidente injerencia de Chávez en la política nacional, el mandatario venezolano le contestó declarando: “Ese general y otros generales están en una especie de huelga de brazos caídos”; una forma grosera de llamarle la atención a la máxima autoridad castrense de nuestro país. Pero fue más allá, “conminó” a Luís Trigo a hacer cumplir el estado de sitio en Pando. “¡Ay general!, qué generales he conocido yo, gorilas en América latina”, dijo sin pelos en la lengua; y aquí en Bolivia, silencio. Nadie dice nada sobre estas declaraciones del coronel Chávez que son una afrenta a la soberanía de nuestro país. Porque, no se mella la soberanía sólo con una invasión armada; muchas veces, como en este caso, el inmiscuirse en asuntos de otro país con declaraciones fuera de toda regla diplomática, o llamar la atención a los mandos militares, principales responsables de hacer respetar la soberanía, tienen connotaciones más graves.A todo esto, silencio. El Canciller Choquehuanca, perdido entre sus piedras amorosas, no dice nada; seguramente, las arrugas de su abuelo no decían nada sobre el respeto a la dignidad nacional. El Vocero gubernamental, guarda silencio ante una evidente afrenta al país, porque no tiene argumentos de defensa. Por lo demás, el poder de los cheques venezolanos tienen la magia de obrar como una especie de mordaza vergonzante y de sumisión al déspota.La abierta amenaza de invasión a Bolivia por fuerzas armadas de Venezuela, no motivó, ni de lejos, una valiente y contundente reacción de la cúpula castrense. Lamentablemente los mandos medios y oficiales de baja graduación, tampoco reaccionan, o se contentan con bajar de un avión “Hércules” disparando sobre la población pandina y reprimiendo sistemáticamente con allanamientos y detenciones al estilo de la peor época de las dictaduras, dando rienda suelta a añoranzas de otros tiempos.Don Evo Morales, no necesita del apoyo continental; están todos de acuerdo que nadie quiere derrocar al presidente, sería un acto antidemocrático. Al contrario, la población reclama el respeto a una democracia, pero sin exclusiones; el respeto a las leyes en vigencia y el rechazo a la imposición de una Constitución, que más que un contrato social, crea categorías de bolivianos, entre ciudadanos de primera y otros de segunda.Los 30.000 millones de dólares que está invirtiendo el presidente Chávez en armamento, están dirigidos a crear un bastión para sus propósitos, y hacer de Bolivia una especie de cabeza de playa para dar rienda suelta a su visión delirante de la historia donde sueña aparecer como el líder de la región, imponiendo su “Socialismo del siglo XXI”. Para eso necesita de un país sumiso a sus planes, donde un Coronel pueda llamar la atención e impartir órdenes a un General, como es el caso.Por lo menos…esa es mi opinión.
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