viernes, 2 de enero de 2009

'Castro traicionó a la revolución cubana'

elmundo.es

50º ANIVERSARIO DEL ALZAMIENTO CONTRA BATISTA

Huber Matos, el único de los comandantes históricos de la revolución cubana exiliado, hace un balance profundamente negativo del mandato de Fidel y Raúl Castro, cuando está a punto de cumplirse el 50º aniversario del alzamiento contra el dictador Fulgencio Batista. Hasta el punto de afirmar que Fidel Castro traicionó los principios revolucionarios hasta convertirlos en el fraude más costoso que ha pagado un pueblo en la historia de América.

Matos, de 90 años, habló en su casa de Miami con Efe sobre "la brutal dictadura de Castro, su incapacidad de entender y aceptar el juego democrático y del Estado policial que ha creado en la isla un clima de miedo".

"Estamos en presencia de un desastre, de un retroceso de medio siglo, de calamidades y miserias materiales y morales. Probablemente unos 200.000 cubanos pasamos por las prisiones y Dios sabe cuántas vidas se perdieron en los paredones, en el mar y de diferentes formas", dijo Matos sobre los cincuenta años de revolución.

Quien fuera maestro rural y, posteriormente, con el triunfo de la guerrilla, gobernador de la provincia de Camagüey, recordó la promesa fundamental que animaba los principios de la revolución: "Restablecer el estado de Derecho y el sistema de elecciones libres en Cuba".

Matos, que se unió a la guerrilla cuatro años después del golpe de Fulgencio Batista en 1952 y llegó a convertirse en uno de los comandantes más carismáticos, destacó la divisa que unía a los rebeldes en Sierra Maestra: "Libertad o muerte", una consigna que, "a los pocos meses", dijo, Castro traicionó.

Al cabo de estos cincuenta años de revolución, Matos subraya que Cuba ha dejado de ser una república para convertirse en un "feudo, una finca grande, una cárcel".

Y al frente de "este fraude" revolucionario de 50 años de historia, de este "engaño al pueblo cubano", figura Fidel Castro, un "ególatra perverso", señaló, que "maneja cualquier escenario con una habilidad de artista".

Un líder aferrado al poder "Fidel Castro traicionó los principios de la revolución cubana, pero lo hizo con una habilidad y astucia extraordinarias" para establecer una "nueva dictadura" y un partido único, dijo Matos, quien estuvo preso 20 años por sus divergencias ideológicas con el líder cubano.

"Fidel nunca pensó en serio en el programa de la Revolución. Su programa era el de un ególatra perverso, frustrado", señaló.

Retrató a Castro como "un individuo demoníaco", aunque dotado de una inteligencia excepcional", capaz de acabar con el mejor compañero, como así hizo, aseguró, con el desaparecido comandante Camilo Cienfuegos.

El 30 de octubre de 1959, el Gobierno cubano anunció que Camilo Cienfuegos había desaparecido cuando viajaba en su avión desde Camagüey a La Habana.

"Ellos [los hermanos Fidel y Raúl Castro] mataron a Camilo, y Camilo, el más carismático de los comandantes, lo presintió en los últimos días de su vida", antes de su misteriosa desaparición, afirmó.

De comandante a sedicioso Matos evocó sus años de presidio y tortura y aseguró que, "en los momentos difíciles", su "fundamentación ética" y el convencimiento de que "tenía que vivir para defender su honor personal" fueron los principios donde se cimentó su resistencia.

Ante el tribunal que le juzgaba por traición y sedición, en un consejo de guerra, Matos expuso su trayectoria revolucionaria y rebatió las acusaciones y difamaciones lanzadas contra él por Castro, recordó.

"Yo no soy un canalla, soy un hombre de ideales y no me iba a dejar comprar", afirmó Matos, para asegurar que estaba preparado para "encarar el paredón y dar un ejemplo de valentía", antes que traicionar sus principios de "lealtad a mi patria en todo momento".

"Vale la pena morir aferrado a los ideales y a las convicciones del hombre honesto", sentenció quien fue vicedecano nacional de los maestros cubanos.

El principio del fin Tras sostener que el país ha vivido un proceso de paralización en el que lo único que funciona bien es el "aparato represivo y la propaganda", se mostró convencido de que el regimen castrista, librado a un "modelo agotado", "está llegando a su final".

"En la propia estructura del poder" existe la "convicción de que hay que cambiar". "El cambio viene inexorablemente", dijo.

"Esperamos", prosiguió, "que sea el propio pueblo de Cuba el que resuelva el drama. No creo que demore mucho para que haya un cambio en Cuba y quisiéramos que ese cambio no sólo fuera por reclamación de los presos, sino de las multitudes, hombres y mujeres trabajadores, y que también tuviese el aporte de las Fuerzas Armadas y del propio Ministerio del Interior".

Huber Matos confesó que vive con la ilusión de regresar a una Cuba libre, pero que no ambiciona cargo alguno político en un eventual Gobierno democrático.

Su aspiración, dijo, consiste en poder transmitir sus vivencias personales por radio y televisión a la población cubana y recorrer el país como un "predicador".

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