Los sandinistas siembran el caos en la capital nicaragüense ante una manifestación contra Daniel Ortega
La hora prevista para el inicio de la manifestación era la 2 de la tarde. Unos centenares de personas, entre ellas simpatizantes de partidos de oposición al gobierno sandinista, se concentraron frente a uno de los hoteles más céntricos de la capital. El objetivo era cruzar Managua de Sur a Norte y llegar al Parque de la Paz, en el que el gobierno de Violeta Chamorro enterró, a mediados de los años 90, las armas empleadas en la revolución. Camisetas y gorras blancas eran el atuendo prinicipal, con pocas pancartas y bastante temor por lo que pudiera ocurrir.
Nada de lo previsto fue posible: desde primeras horas de la mañana, cientos de buses llegaron a la ciudad transportando a miles de sandinistas, dispuesto a ocupar las principales calles y avenidas. Poco a poco fueron cercando el área en la que se encontraba el otro grupo, hasta el punto de impedir que la manifestación pudiera recorrer un solo metro. Eduardo Montealegre, candidato a la alcaldía de Managua y que reivindica su victoria electoral, decidió suspender la marcha a petición de la policía, que no podía garantizar la seguridad de todos los participantes.
Mientras, en otros puntos cercanos, grupos de sandinistas armados con palos, piedras y cohetes recorrieron barrios enteros en completa impunidad, sembrando un panorama de caos y desgobierno. Los periodistas sufrieron directamente las consecuencias de la violencia: un vehículo de Canal 2 fue destrozado ante la incapacidad de los antimotines por frenar las arremetidas de los grupos más violentos.
A media tarde, Managua era una ciudad intransitable y con un permanente ruido de pirotecnia. Los gases lacrimógenos y las pelotas de goma hicieron el resto: entre la desbandada de los sandinistas, la capital nicaragüense se convirtió en el ejemplo perfecto del desorden y la impunidad.
http://www.elpais.com/articulo/SER/Periodista/elecciones/manifestacion/Montealegre/Nicaragua/Miles/sandinistas/impiden/manifestacion/oposicion/Managua/elpepuintlat/20081118csrsep_2/Tes
La hora prevista para el inicio de la manifestación era la 2 de la tarde. Unos centenares de personas, entre ellas simpatizantes de partidos de oposición al gobierno sandinista, se concentraron frente a uno de los hoteles más céntricos de la capital. El objetivo era cruzar Managua de Sur a Norte y llegar al Parque de la Paz, en el que el gobierno de Violeta Chamorro enterró, a mediados de los años 90, las armas empleadas en la revolución. Camisetas y gorras blancas eran el atuendo prinicipal, con pocas pancartas y bastante temor por lo que pudiera ocurrir.
Nada de lo previsto fue posible: desde primeras horas de la mañana, cientos de buses llegaron a la ciudad transportando a miles de sandinistas, dispuesto a ocupar las principales calles y avenidas. Poco a poco fueron cercando el área en la que se encontraba el otro grupo, hasta el punto de impedir que la manifestación pudiera recorrer un solo metro. Eduardo Montealegre, candidato a la alcaldía de Managua y que reivindica su victoria electoral, decidió suspender la marcha a petición de la policía, que no podía garantizar la seguridad de todos los participantes.
Mientras, en otros puntos cercanos, grupos de sandinistas armados con palos, piedras y cohetes recorrieron barrios enteros en completa impunidad, sembrando un panorama de caos y desgobierno. Los periodistas sufrieron directamente las consecuencias de la violencia: un vehículo de Canal 2 fue destrozado ante la incapacidad de los antimotines por frenar las arremetidas de los grupos más violentos.
A media tarde, Managua era una ciudad intransitable y con un permanente ruido de pirotecnia. Los gases lacrimógenos y las pelotas de goma hicieron el resto: entre la desbandada de los sandinistas, la capital nicaragüense se convirtió en el ejemplo perfecto del desorden y la impunidad.
http://www.elpais.com/articulo/SER/Periodista/elecciones/manifestacion/Montealegre/Nicaragua/Miles/sandinistas/impiden/manifestacion/oposicion/Managua/elpepuintlat/20081118csrsep_2/Tes
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